Este evento fue el cierre de un ciclo súper importante para nuestro proyecto y creemos honestamente que para el diseño nacional también. Contamos con un espacio absolutamente desarrollado en todos sus detalles, una selección de diseñadores de altísimo nivel junto a obras jamás antes expuestas y tuvimos una parrilla de charlas de creadores locales que estuvo realmente alucinante.

Fueron dos días de intenso calor previo al verano que brillaron con la presencia de personas de todos los orígenes, estratos sociales, lugares geográficos, disciplinas… La diversidad que hubo en el espacio durante esos días fue mágica y el nivel de vinculación que ocurrió, terminó por empoderarnos y hacernos ver lo importante, relevante y necesario que era seguir insistiendo en contribuir al desarrollo del diseño nacional.  Esa fue la última vez que nos vimos en lo que podría ser el primer ciclo de Local. Fueron dos días realmente especiales.